SINDROME DE SJÖGREN

SÍNDROME DE SJÖGREN

El síndrome de Sjögren es un trastorno del sistema inmunitario que afecta a las glándulas encargadas de producir saliva y lágrimas, causando resequedad en la boca y en los ojos. 
 
Esta afección suele acompañar a otros trastornos del sistema inmunitario, como la artritis reumatoide y el lupus. 
El síndrome recibe ese nombre por Henrik Sjögren quien a principios del siglo XX describió este padecimiento en mujeres que presentaban artritis crónica. 

Hay dos
tipos de síndrome de Sjögren: 
  • Primario: Es cuando la persona no presenta ningún trastorno autoinmune (aparte de ese). 
  • Secundario: Este se presenta cuando el síndrome se presenta en la persona cuando ya existe una enfermedad autoinmune como artritis, lupus eritematoso sistémico, etc.   
Algunos de los síntomas de este síndrome son: 
  • Ojos secos (con picazón, ardor o arenosos).
  • Boca seca (dificulta hablar y tragar). 
  • Garganta seca. 
  • Nariz seca. 
  • Piel seca. 
  • Tos seca persistente. 
  • Dolor en las articulaciones. 
  • Dolor o úlceras bucales. 
  • Inflamación de ganglios. 
  • Pérdida del sentido del gusto. 
  • Acidez. 
  • Latidos cardíacos irregulares. 
  • Saliva espesa. 
  • Dolor articular. 
  • Fenómeno de Raynaud. 
  • Sequedad genital.
Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer este síndrome son: 
  • Edad: Normalmente es diagnosticado en personas mayores de 40 años. 
  • Sexo: Las mujeres son más propensas de padecer el síndrome de Sjögren. 
  • Enfermedad reumática: Este síndrome se presenta con frecuencia en personas que padecen de una enfermedad reumática como el lupus o la artritis. 
El médico realizará una serie de pruebas para poder diagnosticar el síndrome, algunos de los procedimientos y pruebas más comunes que se realizan son: 
  • Prueba de Schirmer: Consiste en probar la tasa de producción de lágrimas. 
  • Prueba de flujo de saliva: Prueba realizada a la glándula salival. 
  • Análisis de sangre: Para comprobar los niveles de anticuerpos antinucleares (AAN).
  • Análisis de orina. 
  • Resonancia magnética o ultrasonido para obtener una imagen de la glándula salivar.
  • Prueba de tiroides. 

No existe un tratamiento curativo para esta afección y las medidas terapéuticas se basan en mejorar la sequedad de las mucosas y tratar el resto de las manifestaciones, al igual que para evitar complicaciones.
El síndrome es considerado una enfermedad sistémica porque puede afectar a diferentes órganos y producir una gran variedad de síntomas. 


El síndrome de Sjögren no debe confundirse con el síndrome de Sjögren-Larsson (este último es una entidad distinta que fue descrita por Karl Gustaf Torsten Sjögren). 


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