NEUMONÍA  

La neumonía es una enfermedad del sistema respiratoria, esta consiste en la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones (estructuras con forma de bolsas llenas de aire). 

La neumonía es causada por las infecciones bacterianas, virales y fúngicas. También es complicación de otras infecciones como la gripe. 

Los síntomas de la neumonía son: 

•  Dolor en el pecho al respirar o al toser. 
•  Tos con flemas. 
•  Fatiga. 
• 
   Náuseas.
•  Vómitos. 
•  Diarrea. 
•  Desorientación (normalmente en adultos mayores a 65 años). 
•  Fiebre. 
•  Escalofríos.
•  Dolor corporal. 
•  Pérdida del apetito. 
•  Dificultad para respirar. 
•  Latidos cardíacos acelerados. 

La neumonía provoca que el tejido que forma los pulmones se inflame, se hinche y cause dolor. 

Esta enfermedad puede ser grave y mortal si esta no se diagnostica a tiempo. 

• Neumonía adquirida en la comunidad o Neumonía extrahospitalaria: Es aquella que se adquiere fuera de los hospitales. 
• Neumonía nosocomial o Neumonía intrahospitalaria: Es la que se adquiere durante la estancia hospitalaria (después de 48hrs. de estar en el hospital). 

La neumonía se previene: con vacunas, lavado de manos (sobre todo después de estar con una persona contagiada), cubrir la boca, no tocar ojos y nariz, alimentarse sanamente, acudir de manera inmediata si se cree tener la enfermedad. 

Esto se transmite a través del contacto persona-persona, por medio de tos o estornudos o a través de saliva al hablar con una persona infectada. 

Complicaciones: 

• Bacteriemia: las bacterias entran al torrente sanguíneo. 
• Abscesos pulmonares: Acumulación de pus en las cavidades de los pulmones. 
• Trastornos pleurales: Afecciones que afectan el tejido que cubre el exterior de los pulmones. 
• Insuficiencia renal. 
• Insuficiencia respiratoria. 

Se diagnostica por medio de radiografías del tórax, exámenes de sangre, análisis del historial clínico, examen físico. 

El tratamiento depende de la causa de la infección, los síntomas y su gravedad; pero los más común es el uso de antibióticos o el uso de oxígeno para ayudar al paciente a respirar.